El eco de tu voz retumba en el paraje,
te han hecho un traje a medida de tiempo,
pero sin pensar un momento,
tus ojos como los de un niño
brillan admirando
cada plaza,
cada calle,
todo lo que te rodea.
En tu móvil,
buscas un destino,
– ya no eres el de antes–,
como un títere deambulas
sofocado por los minutos,
tu cara expresiva no conforme
a tus antojos, y
caes de nuevo apegado
a un artilugio,
como el mago a su varita.
Autora: María del Mar Mir Romero
Photo by Gonzak on Foter.com / CC BY-NC-ND
Transitamos calles y palabras, los gestos repetidos en el cristal, los sueños de azules luminarias. Bello y emotivo poema. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, querida Maria José.
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